martes, 18 de marzo de 2008

LAS TRITURADORAS DEL DR. MORIN




Tuvo que ser un reportaje con cámara oculta lo que mostrase al mundo las actividades que se perpetraban en la clínica Gimenedex del Dr. Morin.

El 10 de octubre del 2004 aparecía el artículo en un dominical británico y el día 13 la Generalitat ordenaba una inspección. El resultado fue una comprobación administrativa y unas palmaditas en la espalda.

El 29 de octubre del 2006 se emite otro documental realizado por la televisión pública danesa conseguido tambien mediante la infiltración de una periodista. Se emite tambien en Inglaterra y Holanda levantando una intensa polvareda mediática ante la cual el Dr. Morín reacciona llevando su queja a Lluis Torralba, subdirector de los Servicios Sanitarios del Departamento de Salud catalán. Este reacciona comunicando a la prensa que los hechos ya habían sido comunicados al departamento por el propio Morin y que pondría a los Mossos de Escuadra a investigar el tema.

Entonces entra en juego la entidad e-cristians, una organización nacida en Catalunya que agrupa a colectivos cristianos y que presentó una denuncia tras acceder a la difusión del reportaje elaborado por la televisión danesa.

Admitida a trámite la denuncia, en noviembre del 2007 es detenido por la Guardia Civil al amparo de la fiscalía y el juzgado 33 de Barcelona, el doctor Carlos Morín y cuatro responsables de sendas clínicas pertenecientes al mismo grupo Ginemedex con la acusación de “supuesta práctica reiterada de interrupciones voluntarias del embarazo radicalmente fuera de los supuestos permitidos por la legislación".

Ante el revuelo informativo generado la Fiscalía y el TSJC comunican que se preservará la identidad de las usuarias de los centros registrados y solo se incorporarán a la causa aquellas historias clínicas que ofrezcan motivos fundamentados de imputación.

Hasta el momento parece que las investigaciones que se habían efectuado en los centros por parte de las autoridades del Colegio de Medicos y la Consellería no habían encontrado nada destacable contra las labores de las clínicas en cuestión pero ahora las cosas iban a subir de temperatura hasta reventar el termómetro.

Las peores desgracias que nos puedan acaecer pueden quedarse a menudo en notas a pie de página o en jugarretas de la fatalidad que no interrumpen el devenir de la cotidianeidad. Esto cambia cuando la política entra en juego y lo que hoy es ignorado mañana puede ser cuestión de Estado.

Tras la intervención de la Guardia Civil y el consiguiente escándalo entra en escena el PP, principal partido de la oposición con todos sus grupos políticos y medios de comunicación afines de claro aspecto conservador dispuestos a sacar carnaza pidiendo todo tipo de responsabilidades políticas.

La respuesta no se hace esperar y asociaciones feministas, partidos, organizaciones vecinales y sindicatos convocan manifestaciones en Madrid y Barcelona en enero del 2008 en defensa del aborto para exigir al Gobierno la modificación de la actual ley y contra la violenta campaña de “sectores ultraconservadores financiados por la Comunidad de Madrid” (¿?)

La convocatoria consigue reunir a unas 5.000 personas, según recuento oficial. Se exige el aborto libre en la Sanidad Pública o la despenalización del mismo. Con lemas tan imaginativos como “sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios”, las manifestantes se solidarizan con las mujeres llamadas a declarar por “supuestos abortos ilegales” y alzan la voz contra la situación de “indefensión que han vivido”.

La manifestación tuvo la respuesta inmediata de portavoces femeninas del PSOE. Por lo visto las cosas de mujeres deben tratarse entre mujeres debieron pensar en el Gobierno.

Maribel Montaña, coordinadora de igualdad del PSOE manifestó ser partidaria de una ley de plazos que sin embargo no se incluye en el programa electoral. Tambien propuso potenciar la educación sexual para el mejor conocimiento de metodos anticonceptivos y terminó su discurso cargando contra la derecha.

La ex ministra de cultura y vicepresidenta Carmen Calvo se integró en la manifestación de Madrid y con su lucidez y profundidad habitual declaró que “hay que defender la libertad de la mujer a decidir lo que quiere hacer con su propio cuerpo” y “hay quien quiere imponernos su moral y actuar en contra de la libertad de la mujer”. Tambien se mostró partidaria de la ley de plazos.

Los actos de protesta también mostraron el rechazo a las agresiones físicas y verbales que venían recibiendo los profesionales de las clínicas de interrupción voluntaria del embarazo.

En Madrid se produjo una reunión entre la dirección de Calidad de la Comunidad con ACAI (Asociación de Clínicas Acreditadas para Interrupción de embarazo). ACAI consideraba abusivos los controles desde el 2007 a partir de que se denunciara la mala gestión de los residuos biosanitarios. En la reunión se apostó por el entendimiento.

El día 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Creo que el hecho de que la Delegación del Gobierno prohibiera cualquier tipo de acto por coincidir con la jornada de reflexión ante las elecciones del 9-m son buena muestra del talante del Ejecutivo hacia las reivindicaciones de la mujer en este país. En cuatro años no podían haber pensado en modificar la fecha de los comicios.

A pesar de la prohibición las mujeres se manifestaron centrando sus reivindicaciones en el derecho al aborto libre y gratuito, contra la violencia machista y a favor de poder manifestarse en el día que les toca.

Llegados a este punto me voy a permitir hacer una sugerencia para asociaciones feministas y otros colectivos de mujeres. Uníos y formad un partido político. Tomad el parlamento e influíd de verdad en la sociedad. ¿Por qué teneís que conformaros con las migajas de unos gobernantes que se llenan la boca con palabrería paternalista y hacen leyes cara a la galería que no son mas que parches inútiles? Hasta que en el 2007 no ha emergido la figura de Rosa Díez al frente de UPD ¿Cuántas mujeres han optado a presidir este país? Formad un partido integrado únicamente por mujeres y tomad posesión del derecho por derecho, huyendo de intoxicaciones, manipulaciones y promesas vacías e interesadas cuando no directamente mentiras.

Estamos en el siglo XXI. Es vergonzoso que el aborto tenga que ser una solución clandestina y al borde de la legalidad pero desde luego más vergonzoso es que una mujer tenga que llegar a plantearse el aborto, como es en muchos casos por desconocimiento de medidas anticonceptivas o difícil acceso a ello.

Los accidentes ocurren. Hasta la mujer más experimentada y consciente puede quedarse embarazada y tener que recurrir al aborto. Lo que no puede permitirse es que la gente joven no esté mentalizada para evitarlo por que un calentón o una noche de juerga puede traer además de un embarazo consecuencias como hepatitis, herpes, sífilis o SIDA. La sífilis y el SIDA son enfermedades que pueden llevar a la muerte.

Volviendo al origen de toda esta candente polémica encontramos a Carlos Morin. Un personaje de los que surgen cuando existen leyes con lagunas, personas que necesitan ayuda y una administración que tiene mayor tendencia a mirar hacia otro lado cuanto mayor es la remuneración que percibe por concesión de licencias y cobro de impuestos.

Carlos Morín, ginecólogo peruano es portador de VIH, el virus del SIDA.

Para favorecerse de fondos públicos que le ayudaron a ampliar y mantener su negocio obteniendo clientela de los estratos mas humildes de la sociedad creo la ONG “Fundación Morín”.

Morin ya fue encarcelado en 1989 por prácticas ilegales en la clínica Ginetec de Alicante, una sucursal de Barnamedic.

Las esterilizaciones en Ginemedex y la labor de instrumentista durante una operación podían ser efectuadas por personal del servicio de limpieza. No era necesario el curso preceptivo.

Las nóminas de los empleados iban mitad en A y mitad en B. Tratándose de alguien con tan pocos escrúpulos era previsible el engaño al fisco casi como un pecadillo venial.

En algunos historiales se incluían cuestionarios sobre la salud mental del paciente sin que la propia paciente tuviera conocimiento de haber pasado ningun test. Deformación profesional para acelerar y asegurar los trámites.

Se repartía propaganda de la clínica en los locutorios frecuentados por inmigrantes. Al acudir a la consulta y adjuntar la publicidad se podía obtener un descuento de 50 euros.

Morin aceptaba pacientes derivados de otras clínicas que no realizaban operaciones como ligaduras de trompas, vasectomías o abortos que no se ajustran a ley cobrando a la persona que iba a ser intervenida módicas cantidades en dinero negro entre 4.000 y 6.000 euros. Eso si, mandaba a recogerles un Mercedes plateado con el logotipo de la empresa. A eso se le llama tener estilo.

Al menos 900 historiales de los 2.700 intervenidos por la Guardia Civil corresponden a mujeres extranjeras. Algunas venían a Barcelona desde países donde la ley sobre el aborto es menos restrictiva que la española. En Ginemedex todo eran ventajas.

Morín y sus colaboradores no dudaban en practicar abortos en pacientes de incluso 13 años de edad sobre fetos de gestación superior a 33 semanas.

En las intervenciones se utilizaba la aspiración para fetos de hasta 12 semanas. Hasta las 20 semanas de gestación se dilataba el canal del parto y se procedía a fragmentar el feto con las pinzas o el bisturí en el interior de la paciente. Después se extraía el resto. En los casos más avanzados se inyectaba en el corazón del feto una sobredosis de un fármaco indicado para la insuficiencia cardiaca para así evitar el sufrimiento fetal en la extracción y fragmentación que eliminaría cualquier manifestable pauta vital.

Morín contaba en sus instalaciones con tres trituradoras. La más grande fue adquirida por la clínica Ginemedex en 1998 a la empresa guipuzcoana Tratamientos de Residuos-Fabricantes de Trituradores. Según el prospecto del fabricante el modelo es óptimo para desperdicios producidos en las cocinas de hoteles, restaurantes, colegios, residencias, hospitales, mataderos, pescaderías, fábricas de conserva y mercados.

Según explicó un testigo protegido a los Mossos d`Esquadra, en la clínica TCB, tras la mesa de recepción de clientes, hay una puerta que esconde un pila de lavabo y que debajo estaba instalado uno de los trituradores. El testigo explicó que este triturador se había atascado algunas veces y un albañil había tenido que levantar el suelo y abrir las cañerías.

El doctor Morin, acusado de aborto ilegal, asociación ilícita, intrusismo profesional y falsedad documental está actualmente en libertad con cargos.

Los mismos colectivos que han denunciado el acoso y la indefensión a que se han visto sometidas las pacientes y los verdaderos profesionales sanitarios deberían implicarse en la acusación particular contra este miserable que entendía la interrupción del embarazo como un negocio y actuaba con la profesionalidad del buhonero que monta su número en el barracón de una feria ambulante. Por que si no, podemos hablar de cualquier cosa menos de justicia.


















Toda la información a la que se hace referencia puede ser contrastada en medios de prensa escrita y virtual.

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