Massiel , la leonina diva madrileña, ha conocido tiempos mejores y algunos peores. Empezó a ser popular con canciones que iban a medio camino entre la canción protesta y la poesía libertaria, conquistando el respeto de las audiencias y obteniendo notable éxito.
El estrellato internacional le llegó cuando ganó en 1968 el Festival de Eurovisión.
"La, la, la" fue la cara “A”. La cara “B” fue que los progres de la época empezaron a darle la espalda acusándola de haberse vendido al régimen.
No le importaron mucha estas críticas y siguió facturando álbumes que nos han dejado grandes canciones como “María de los guardias”, “Carabina 30 30”, “Lady Veneno” y otras no tan buenas como “Noa noa”, “Eres”, o “Acordeón” que hemos podido tararear dando bandazos en verbenas de pueblo durante años.
En 1996 decide no grabar temas nuevos para, aprovechando la tecnología actual, editar recopilaciones y reediciones de sus antiguos discos remezclados en nuevos formatos.
Los peores años de Massiel hacen que vuelva a ser popular, pero esta vez no gracias a sus canciones sino a sus desfases. No faltaba sarao donde no apareciese la artista bailando presa del delirio alcohólico y dando la nota.
Llegó incluso a comentarse la posibilidad de un intento de suicidio cuando por accidente cayó por la ventana desde el segundo piso de su casa. Nada grave afortunadamente pero suficiente para seguir apareciendo en las portadas de la prensa amarilla y del corazón.
Pasada la tempestad personal, Massiel recupera su dignidad y empieza a frecuentar tertulias televisivas procurando evitar entrar en cuestiones personales. No obstante humoristas de recurso fácil siguen identificando la imagen de Massiel con conocidas marcas de Whisky para regocijo de la audiencia más lerda.
TVE para darle un empujón a los bajos niveles de audiencia que padecía el Festival de Eurovisión ha venido recuperando a la indomable Mª Angeles como comentarista del evento o como especialista en el tema eurovisivo para la preselección de candidatos, faceta esta última que nos ofreció en un programa que pretendía ser un sucedáneo de OT pero que lo único reseñable que nos dejó fueron algunos cachondos enfrentamientos dialécticos entre Massiel y la despampanante pero superficial Paula Vazquez.
En el 2008 el nombre de Massiel vuelve a ser actualidad.
De forma interesada una cadena de televisión, la Sexta, hace pública la noticia de que supuestamente el triunfo español del 68 fue un tongo financiado por el Gobierno de Franco.
No se dice nada de Salomé que ganó en 1969.
En el fondo todo pareció quedarse en una sucia maniobra para promocionar a Rodolfo Chiquilicuatre y su “Chiqui-chiqui”. De poco sirvió. Lo que empezó como una broma minimalista de la factoría Buenafuente acabó transformado la noche del certamen en el mayor ridículo de la historia moderna de Televisión Española a causa del añadido de unas bailarinas ajenas al proyecto original y la manipulación sin sentido de la coreografía y la letra.
En la actualidad, meses después de este último asunto eurovisivo, Massiel vuelve a ser motivo de comentario.
Antena 3 empieza la temporada del espacio matinal Espejo Público mostrando un generoso plano del escote de la leona de Leganitos que junto a Jesús Mariñas y alguien más que ni conozco ni me importa parece que van a ser habituales tertulianos del programa. No se si Massiel conserva sus facultades para cantar “La,la,la” pero indudablemente el “do” de pecho lo consigue.
Lo que en principio parecía que se iba a quedar en una momentánea alegría para la vista y testimonio de la buena forma y aspecto actual de la cantante parece que molestó a algunos telvidentes fieles a la carca cadena que prestos comenzaron a enviar mensajes de móvil para mostrar su disgusto por haber padecido la contemplación de la que a mi me pareció suculenta y rechupeteable imagen.
A mi no solo no me ofende una visión tan agradable de buena mañana sino que me anima a afrontar la jornada con una inyección de optimismo y un plus de energía.
Todo lo contrario de lo que me ocurre a las 18.00 de la tarde cuando empieza el carrusel de la basura.
En TVE 1, en Antena 3 y en Tele 5 se destapa el contenedor y saltan a la pantalla imágenes de reporteros en muchos casos cercanos al analfabetismo que le plantan el micrófono en la cara a personas que acaban de perder a un ser querido o nos informan de que después de la publicidad (¿por qué después de la publicidad si es tan importante?) nos contarán el número de puñaladas que acabaron con la vida de una niña.
En “El Método Gonzo”, por ejemplo, se afanan en intentar convencernos de que el avión que se estrelló en Barajas hace pocos días estaba perfectamente preparado para volar. Con este dato los familiares de los más de 150 muertos no se si podrán dormir mas tranquilos pero seguro que durante mucho tiempo se acordarán de las caras de Gonzo y sus compañeros de tertulia.
Telecinco con los profesionales tan buenos con los que cuenta capacitados para hacer una televisión de alta calidad tiene que, sin embargo, ufanarse en levantar más alto que nadie el estandarte de la putrefacción.
Me alegré lo indecible cuando se retiró de la programación el nauseabundo programa “Aquí hay tomate”, compendio de mentiras, difamaciones, y persecución donde entre otras prácticas despreciables obtenían imágenes de famosos para reproducirlas después aderezadas con una voz en “off” que hacía comentarios del peor gusto de forma insidiosa y maledicente.
Con su desaparición se fueron de la pantalla las gracias empapadas en odio de aquel presentador que aparecía tan glamouroso como el inodoro de una estación de autobuses y dejamos de ver también el canalillo de aquella mujer tan sobradamente preparada para nada.
Lamentablemente en “Esta pasando” se recuperan algunos de los “tics” mas infernales del vómito tomatero.
Hemos podido ver como abren un programa proclamando que Ana Obregón es la mujer más odiada de España o que Carlos Larrañaga es un galán envejecido que está en un asilo.
Hemos podido ver también como se esforzaban en que Virginia, ganadora de OT, rompiese con su novio para obtener un mediático romance con el avinagrado Risto Mejide.
Hemos visto como la cámara se recreaba mostrando a unos niños y a sus madres pidiendo a gritos que matesen o quemasen al presunto asesino de la niña Mariluz.
Creo que ya hemos visto bastante.
Pues así respetan las televisiones la franja horaria en la que se supone que los niños están ya en casa. ¿Y qué? Nadie les va a exigir responsabilidades. ¿A quién le importa que las audiencias se embrutezcan? Mejor. Cuanto menos piensen menos preguntas se harán.
Curiosamente el Ministerio de Industria si que ha abierto un expediente a la Sexta por la emisión de la serie de dibujos animados ”Padre de familia” a las 15.00.
Yo les animo a ver un episodio de “Padre de familia” y un programa de “Está pasando”. Juzguen ustedes cual resulta más nocivo para la salud ética y mental.
Creo firmemente que la visión de un hermoso par de tetas a la hora del almuerzo es mucho más saludable que darse un baño de mierda a la hora de la merienda.
Todos podemos contribuir a que desaparezca esta basura de la televisión.
La solución es muy sencilla: dejemos de ver estos programas.
Hay miles de cosas que se pueden hacer a las seis de la tarde. El tiempo es oro y estamos en crisis. No lo derrochemos.
España directo, alternativa y vanguardia:
http://www.youtube.com/watch?v=a8XJiaLC7pQ
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